Flores de Bach

Fueron descubiertas por el Dr. Bach entre 1928 y 1932, concluyendo que las enfermedades físicas tienen un origen emocional que debilitan el sistema inmune; y al sanar o al equilibrar las emociones, se reestablece la salud del cuerpo de una manera más eficaz.

En 1976 la Organización Mundial de la Salud (OMS), aprobó la Terapia Floral de Bach, ya que las esencias han sido probadas como un magnífico sistema para tratar los problemas físicos, mentales y emocionales de los seres vivos, incluyendo a los animales.

Las flores de Bach suelen ejercer un efecto más potente en niños que en las personas adultas y pueden ser indicadas en personas de cualquier edad.

Son compatibles y no sustituyen a otros tratamientos. Además, no tienen contraindicaciones, no hay riesgo de sobredosis, no inducen trastornos secundarios y no conllevan a la adicción. Además, se pueden complementar con la medicina tradicional, es decir con medicamentos comunes.

A través de una entrevista se determina cuál es la combinación de esencias adecuadas para cada persona y en la misma sesión se le entrega su frasco que tiene una duración aprox. de 3 semanas.