Tener sueños más que metas

Pasamos escuchando y más a principio de año que HAY QUE TENER METAS.

A veces el presente se nos va pensando en las metas y frustradas porque no las hemos alcanzado. “Quiero ahorrar X cantidad para el 2025”. – ¿Qué tal si me han salido imprevistos y no he ahorrado nada? “Quiero tener un bebé” – ¿Qué tal si no he podido?

Siempre me recuerdo de enero 2020. ¿Qué pasó con las metas que teníamos todos? Los planes le cambiaron drásticamente al mundo entero y pasaron cosas que JAMÁS nos hubiésemos imaginado que pasaran. – New York, la ciudad que nunca duerme sin nadie en las calles, los aeropuertos más grandes del mundo, cerrados. El mundo paralizado.

Esta semana miraba el nuevo Instagram de una amiga que tiene 2 hijos con autismo y contaba que lo más duro del proceso ha sido tener que aterrizar del montón de las ilusiones que uno se crea desde que sabe que será mamá. – Uno se imagina sus piñatas, amigos, la escuela, los viajes, etc. – Pues nada de lo que se imaginó sucedió porque la condición de sus hijos no le permiten tener la vida “normal” que se imaginaba.

Lo que nos hace daño o por lo sufrimos no es tanto la situación en sí misma, sino las expectativas que tenía en torno a ella.

Y si querés tener metas y planes de acción, ESTÁ SÚPER BIEN!!!! Lo que no está bien es que por tenerlas, pasés estresada por no estarlas cumpliendo y peor aún, dejando que el MOMENTO PRESENTE pase sin vivirlo.

Hecho está.

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